¿Cuándo se requiere de orientación psicológica?

Siempre que aparece algún síntoma de enfermedad o dolencias en nuestro cuerpo, acudimos de inmediato a un médico. Sin embargo, cuando de salud mental se trata, los límites tienden a ser difusos pues dicha dolencia no es perceptible ya que la misma se localiza en el campo de nuestros pensamientos y emociones.

La psicología es la ciencia que se ocupa del estudio de la subjetividad. Es posible que, en algún momento, te hayas cuestionado el hecho de acudir a un psicólogo al experimentar estados emocionales que te resultan desagradables.

Estos estados aparecen justamente cuando no encontramos respuestas adecuadas a las nuevas condiciones vitales como: la ruptura de una relación de pareja, la pérdida de un ser querido, el trabajo que no cumple con nuestras exigencias, dificultades en la educación de los hijos, o cuando el tiempo nos parece insuficiente para cumplir con las tareas del día a día, por solo citar algunos casos, pues la lista sería interminable.

La sociedad actual exhibe un panorama marcado por globalización, avances tecnológicos, diversidad cultural, cambios en las dinámicas familiares, conciencia ambiental y mayor interconexión a través de las redes sociales.

Asistimos a un mundo cada vez más dinámico y cambiante, por lo que la vida se complejiza demandando de nosotros mayores capacidades adaptativas para enfrentar dichos retos.

En algunos casos, estas experiencias nos resultan conflictivas, pues exige movilizar activamente nuestros recursos psicológicos hacia la solución de problemas lo que se traduce, en mayor desgaste mental.

Ante tales circunstancias podemos experimentar sentimientos de angustia, ansiedad, tristeza, poca motivación para ejecutar acciones, falta de concentración, o lo que comúnmente llamamos estrés, que no es más que la respuesta psicofisiológica de los seres humanos ante situaciones que se perciben amenazantes.

Sin embargo, ello no necesariamente implica que tengamos que acudir a un psicólogo. Es posible que la charla con un familiar o amigo sea suficiente para ayudarnos a reflexionar sobre lo que nos está pasando y atenuar la valencia negativa de nuestros estados emocionales.

No obstante a veces aparecen señales que nos indican que requerimos de la ayuda de un profesional. Por ejemplo:

Cuando la intensidad de lo que nos está pasando es tan grave, que impide un desempeño adecuado en esferas tan importantes de la vida: como el trabajo o las relaciones sociales.

Analicemos el caso de una relación de pareja que después de cierto tiempo deciden separarse. Es obvio que ante este evento, se experimentan sentimientos de tristeza. Es posible encontrar cierto alivio al llorar, o al conversar con un amigo para atenuar la valencia negativa de nuestras emociones producto de la pérdida. Pasado un tiempo estos sentimientos desaparecen y las aguas vuelven a tomar su nivel.

Pero cuando dichos sentimientos se mantienen constantes durante un período prolongado en el tiempo, puede influir significativamente en nuestra vida diaria, pues se pierde el interés por actividades que antes nos resultaban placenteras, disminuyen nuestras capacidades cognitivas, presentamos dificultades para tomar decisiones, etc.

Incluso nuestro problema puede llegar a convertirse en un patrón de comportamiento, que genera malestar no solo para nosotros, sino para los demás. Me viene a la mente alguna persona poco tolerante a las frustraciones, y ante determinados sucesos, responde de manera agresiva llegando a provocar situaciones de violencia.

Si te encuentras en algunas de las circunstancias anteriormente descritas, lo recomendable es acudir a un profesional para que te ayude a encontrar las herramientas necesarias y así, hacerle frente a este malestar; pues, en la gran mayoría de los casos no se trata de un trastorno mental propiamente dicho, sino de la incapacidad para adaptarse a las nuevas circunstancias.

Pero…. ¿De qué trata la Orientación Psicológica?

La definimos como: la relación de ayuda profesional que se establece entre un Especialista (un psicólogo-orientador) y un demandante (cliente-orientado), donde el orientador sirve de guía para la solución de problemas y conflictos internos del Orientado, en un espacio de tiempo acordado por ambas partes (Calviño, 2005).

Hago énfasis en servir de guía, pues existe la creencia para algunos, en la que se asume que el psicólogo puede cambiar algo, en la otra persona.

Lo cierto es que yo estoy muy lejos de poder cambiar algo, esencialmente porque tiene que existir la voluntad y el compromiso por parte de la persona, para que ese cambio se produzca, pero les puedo ofrecer las herramientas necesarias para solucionar el problema que les aqueja.

Acompáñame en www.orpsy.org y te mostraré el camino, para modificar esos pensamientos y emociones que dificultan tu relación con el entorno social.

Mi práctica profesional está basada en un método flexible y variado de recursos de intervención, que permite adecuar las capacidades del cliente a las condiciones objetivas de su situación, en la búsqueda de la solución a los problemas de la vida cotidiana. Si necesitas algún tipo de orientación psicológica, no dudes en contactarme.

Hasta pronto.

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